Últimamente está a la orden del
día y más en nuestra región, (por un conocido caso que a su vez emplearemos de
ejemplo) la lectura en noticias de prensa o escuchar el concepto de deslocalización industrial. Pero bien,
¿qué es en sí la deslocalización de una empresa?
Bien, a grandes rasgos podemos
definir la deslocalización como el traslado de las funciones de producción
y fabricación y en general de los centros de trabajo en un determinado lugar a
otro, generalmente las deslocalizaciones son internaciones. Se realizan
traslados de un país a otro y además, generalmente la causa de la
deslocalización es la maximización del
beneficio reduciendo los costes en mano de obra. No obstante, no siempre se
debe a la mano de obra, también por cercanía de materias primas, tasas
impositivas, ahorro en costes de transporte, mayor permisividad para contaminar
o cualquier otro factor que ayude a aumentar el beneficio o a reducir los
costes de fabricación.
Pero como decía anteriormente,
los efectos de deslocalización que sufrimos en nuestro país y en general en la
Unión Europea son realizados para abaratar los costes en mano de obra.
Normalmente, las empresas comienzan a huir de los países occidentales y
desarrollados hacia países emergentes donde la mano de obra es mucho más barata,
trabaja en condiciones más flexibles para la empresa y la legislación es menos
restrictiva sobre el poder de las empresas hacia los trabajadores. Por el
contrario, generalmente, ello conlleva una pérdida en la calidad, ya que
normalmente la mano de obra en los países desarrollados es una mano de obra
cualificada, requisito que normalmente no se cumple en los países en vías de
desarrollo. Pero como ya sabemos el objetivo prioritario de una empresa es
maximizar su beneficio y más en estos tiempos de crisis, aunque se hace
asumiendo ese pequeño riesgo.
Vista de la fábrica de motocicletas de Suzuki en Gijón |
Al comenzar mencionaba que
haríamos mención a un ejemplo actual que se está dando en Asturias, me refería a
la multinacional japonesa Suzuki.
Suzuki, fabricante de automóviles y
motocicletas, entre otros, posee una planta de producción de motocicletas en Gijón, planta que está abocada al cierre, fijándose este para
el 31 de marzo de 2013. Con el
cierre de la planta gijonesa, Suzuki finalizará
todo su proceso de deslocalización en la Unión Europea, ya que la factoría
asturiana era la última en activo en el
viejo continente.
Suzuki, actualmente lleva un plan de
reorganización interno de sus plantas de producción, centrando la fabricación
de toda su gama de vehículos y motocicletas en el sudeste asiático. De esta
manera se garantizan varias ventajas, la principal, que ya la explicamos
anteriormente, un descenso en el precio de la mano de obra. Otra de las
ventajas se explica por la cercanía a la sede central de la empresa en Japón.
El cierre de la planta supondrá
la pérdida de unos 200 empleos directos
y una cifra mayor de empleos indirectos. La multinacional se justifica en que
la planta gijonesa arrastra unas pérdidas de más de 30 millones de euros en los
últimos cuatro años, por su parte, los sindicatos y algunos partidos políticos
alegan que es la propia empresa la que ha generado a propósito esas pérdidas
para completar su plan de deslocalización y huida de Europa hacia el sudeste
asiático, justificando de esta manera el cierre de la planta y llevando así su
actividad a otros países donde “se ‘explota’
a los empleados con largas jornadas de trabajo y sueldos irrisorios”, condiciones
que en nuestro país serían impensables.
Concentración de los empleados de la fabrica asturiana en la Plaza Mayor de Gijón, frente al Ayuntamiento. |